viernes, 28 de enero de 2011


Estar en sus brazos, sentir como me pegaba con fuerza a él, era una sensación distinta a las demás. Podía sentir como su cuerpo desprendía olas de calor al mio, el cual las recibía con ganas de más. Mientras sus labios recorrían mi cuello, los mios besaban su hombro con más ansia. Tenia que admitir que era muy agradable estar entre sus brazos y olvidarme de todo.

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