viernes, 24 de diciembre de 2010


Yo elegí quererte y todas las consecuencias que ello conllevaba, elegí que tu fueses la persona que llenase mis días de sonrisas, elegí también tu voz al otro lado del teléfono. Elegí llorar por ti de vez en cuando, elegí creerme tus verdades y creerme a medias tus mentiras. Elegí nuestro mes del año y nuestro día del mes, elegí que tú fueras mi locura y mi cordura. Elegí las idas y venidas, las despedidas, elegí la impotencia y la incertidumbre. Elegí el miedo a fallar y los impulsos, elegí temblar, elegí hacerme adicta a ti, a tus manías y a tu manera de hacer las cosas. Elegí conservar intacto cada momento, y dejar huella. Elegí no callarme nada, elegí dártelo todo, elegí hablar de nosotros cuando hablaba de mí, elegí ser fuerte y luchar por un sólo motivo, elegí darte todas mis oportunidades, elegí que tú fueses mi vida, para siempre. Elegí no poner límites. Elegí arriesgar y jugármela por tí. No quiero dejar de elegir, no hoy, ni mañana, ni en un futuro inmediato siquiera...

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